Para ANBC, el crédito fortalece la economía regional, pero exige un uso responsable ante los elevados tipos de interés y la desaceleración prevista para 2025.
En esta época del año, las fiestas de junio representan uno de los principales motores económicos del Nordeste, moviendo diversos sectores e incentivando el consumo en toda la región. Según datos del Ministerio de Turismo, el período es responsable de mover más de 1.000 millones de R$ en la economía regional, con destaque para el comercio, la hostelería y el sector de servicios. Este escenario de calentamiento se ve reforzado por el aumento del crédito en la región, que creció 13,5% en 2024, superando la media nacional (11,5%) y sigue creciendo a tasas significativas.
El crédito ha demostrado ser un importante aliado para impulsar el consumo de los hogares. En 2024, estados como Piauí (16,1%), Bahía (14,7%) y Alagoas (14,3%) lideraron esta expansión, demostrando un mayor acceso de la población y de las empresas a las líneas de financiación. Sin embargo, ante la previsión de desaceleración del PIB brasileño y de las economías locales, el presidente de la Asociación Nacional de Centrales de Crédito (ANBC), Elias Sfeir, alerta sobre la necesidad de equilibrar el uso de estos recursos.
“El crédito es fundamental para impulsar la economía, pero debe utilizarse con planificación, especialmente durante los periodos festivos. Las tradiciones de junio aportan millones y sabemos que el crédito puede ser una oportunidad para impulsar negocios o incluso cubrir una necesidad puntual de particulares, siempre que familias y empresarios eviten comprometer sus finanzas con deudas a largo plazo que comprometan más del 30% de sus ingresos”, afirma.
Con un saldo crediticio de alrededor de 1 billón de R$ en la región, la sostenibilidad financiera depende tanto de una oferta responsable por parte de las instituciones como de la concienciación de los consumidores. Los datos del mapa de morosidad del sector de las agencias de crédito refuerzan la importancia de este equilibrio, mostrando que el acceso al crédito debe ir acompañado de educación financiera.
“El consumo consciente durante el periodo de junio es siempre la mejor opción. La recomendación es que las familias prioricen el gasto dentro de sus necesidades reales, consideren sus posibilidades económicas, comparen tipos antes de pedir préstamos y eviten utilizar el crédito revolving para gastos no esenciales. Se puede disfrutar de las fiestas de junio sin comprometer la salud financiera de las personas”, concluye Sfeir.