La modernización del sistema financiero como política de Estado debe continuar
El país acaba de concluir otro proceso electoral. A partir de ahora, será importante avanzar en la construcción de algunos puentes para que el país pueda preservar el norte y la continuidad de las buenas políticas de crédito.
Uno de los retos a los que se enfrenta la economía es la cuestión del gasto público. Por el momento, aún hay pocos detalles sobre el futuro de la principal regla fiscal en vigor, el techo de gasto. A partir de ahora, será crucial mostrar cómo se mantendrán las cuentas públicas en números negros. La trayectoria de la inflación, los tipos de interés, el riesgo país y el propio crecimiento económico dependen de esta definición.
En el ámbito microeconómico, también es importante preservar la continuidad de la agenda de reforma de los servicios financieros. Desde 2016, el Banco Central ha impulsado una serie de medidas para modernizar el sistema financiero. Esta agenda se denominó Agenda BC+ y se construyó sobre cuatro pilares.
El pilar de la ciudadanía financiera preveía la difusión de la educación financiera y la ampliación de los canales de contacto entre la sociedad y la autoridad monetaria. El pilar de reducción del coste del crédito incluía la actualización del modelo de la Registro positivoAdemás de crear nuevas normas para renegociar las tarjetas de crédito revolving. Esta agenda también incluía la actualización de la legislación, proponiendo, entre otras medidas, la independencia del Banco Central y el aumento de la eficiencia del sistema financiero mediante un entorno normativo más favorable a la competencia y la innovación.
Se ha puesto en marcha el nuevo Registro Positivo, que muestra buenos resultados; el sandbox regulatorio ha creado un entorno en el que se puede poner a prueba la innovación financiera; la autonomía del Banco Central ha sido examinada por el Congreso tras un largo debate; y la educación financiera ha entrado en la agenda de la sociedad.
En la Agenda BC+ encontramos el embrión de lo que sería la Agenda BC#, lanzada en 2020. La Agenda BC# se basa en los pilares de inclusión, competitividad, transparencia, educación y otro pilar fundamental que apunta al futuro: la sostenibilidad. El sentido de continuidad entre estas agendas ha permitido la evolución del sistema financiero nacional, beneficiando a los consumidores y a las empresas, cada vez más dependientes de la intermediación financiera.
La innovación forma parte del pilar de la competitividad. Es este vector el que ha derribado las barreras de entrada y ha permitido la aparición de nuevos actores en el mercado del crédito y los servicios financieros. Los mercados de crédito, que permiten comparar ofertas de distintas entidades, son un buen ejemplo de cómo avanza la competencia, permitiendo a los consumidores elegir mejor. Otros nuevos actores que han surgido recientemente en este mercado, cuya regulación nace de este entorno de estímulo a la competencia, son las Sociedades de Crédito Directo (SCD), autorizadas a conceder préstamos con capital propio, y las Sociedades de Préstamo entre Particulares (SEP), que actúan como intermediarias entre inversores dispuestos a prestar fondos y emprendedores, ofreciendo una alternativa a la financiación tradicional.
Las innovaciones aparecen en la esfera privada, pero también en la pública. El ejemplo más emblemático de los últimos años ha sido la creación del PIX, una forma instantánea de transferir dinero y realizar pagos que es gratuita para los consumidores y puede utilizarse en cualquier momento del día. El éxito de la implantación del PIX puede medirse por la rápida adopción de este instrumento por parte de la población y la "exportación" del modelo a otros países, como Canadá y Colombia, según informó recientemente la autoridad monetaria. También destacan la creación de la Banca Abierta, que permite compartir información entre instituciones financieras con el consentimiento del cliente, y el Duplicado Electrónico, creado para hacer más eficiente la oferta de crédito a través de la anticipación de cuentas por cobrar.
En el ámbito legislativo, cabe destacar la aprobación del Ley de sobreendeudamientoEl proyecto, que facilita la renegociación de los atrasos a los consumidores, preserva un mínimo para el mantenimiento de sus vidas. Los burós desempeñaron un papel destacado en los debates sobre el proyecto de ley, poniendo su experiencia en el ámbito del crédito al servicio de la sociedad. Avance del Marco de Garantías en la Cámara de Diputados. Este marco crea un servicio especializado de gestión de garantías, que permite utilizar el mismo activo para respaldar varias operaciones en diferentes instituciones. El proyecto de ley aún debe pasar por el Senado.
En las dos últimas décadas, la relación crédito/PIB ha pasado de 25% a unos 55%. La mejora del entorno institucional ha sido un factor clave de este avance. El sector cree que hay margen para que el crédito avance aún más, sin poner en peligro la estabilidad financiera. La estabilidad macroeconómica es importante, pero debemos recordar que lo que hace que los mercados sean más eficientes es el conjunto de normas e incentivos que rigen su funcionamiento.
Como hemos visto, hay mucho movimiento en el sector financiero, incluido el segmento del crédito, y el sector de los burós aboga por continuar con la agenda de modernización del sistema financiero, con el fin de ampliar la inclusión y la educación financiera, evitar el sobreendeudamiento, la competencia y el bienestar que puede proporcionar el buen uso del crédito.
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Por: Elias Sfeir Presidente de ANBC & Miembro del Consejo Climático de la Ciudad de São Paulo & Concejal Certificado