A Pandemia de Covid-19 Ha afectado radicalmente a la vida de las personas, las organizaciones y los países, ha dejado un rastro de inquietudes en las mentes más brillantes, pero también ha aportado innumerables lecciones. Sabemos que la civilización evoluciona bajo algunos pilares como la comunicación, la energía y la movilidad. En este artículo, hago balance de este legado, que divido en tres bloques: aspectos psicosociales, tecnoestructurales y económicos. En esta primera entrega, voy a centrarme básicamente en los aspectos psicosociales que son los que impulsan los impactos tecnoestructurales y económicos que trataré en el siguiente post.
Las pandemias son fenómenos cíclicos. La humanidad tiene una larga historia de pandemias, que comenzaron cuando las personas descubrieron la agricultura, se asentaron y formaron tribus, creando un proceso de aglomeración que facilita la propagación de enfermedades. Algunas de las más devastadoras fueron la peste negra, que se originó en China y azotó Europa en 1348, y la gripe española de 1918. La gripe porcina, la primera pandemia del siglo XXI, apareció en cerdos en México en 2009 y se extendió rápidamente por todo el mundo.
La nueva pandemia de coronavirus comenzó con una crisis sanitaria, que se convirtió en una crisis de salud y llevó al aislamiento como contramedida. Como consecuencia del aislamiento, comenzó una crisis psicológica.
- El primer aspecto a destacar es la falta de preparación de muchos gobiernos, que ha provocado miedo e inseguridad, sentimientos alimentados por los medios de comunicación y el aislamiento. Por razones políticas, algunos gobiernos no han proporcionado información transparente y la mayoría no ha tomado medidas rápidas. En noviembre de 2019 ya se conocía el potencial del problema, así como el hecho de que las aglomeraciones favorecían la propagación del virus. Aun así, las fiestas de Nochevieja y Carnaval aceleraron la propagación del virus.
- La politización de la pandemia, que se ha producido en algunos países, ha dado lugar a una polarización ideológica. Como resultado, las personas y los gobiernos fueron incapaces de alcanzar una sinergia de acción. En todo el mundo, y también en Brasil, se determinó que cada estado tomaría sus propias medidas, lo que dificultó la coordinación de la respuesta al problema y puso en peligro la eficiencia y la eficacia del tratamiento.
- Los estudios científicos han evolucionado con conclusiones controvertidas que han madurado, generando inseguridad en la población. A diferencia del pasado, cuando las grandes catástrofes eran vistas como un castigo de Dios, hoy la ciencia es considerada la mejor herramienta para tratar este tipo de problemas y necesita tiempo para generar los resultados esperados.
- En situaciones excepcionales, la gente frena el consumo ante la incertidumbre de cómo garantizar su supervivencia, y guarda los recursos financieros como reserva para mantenerse. Pero esta vez, el consumo cayó en algunas categorías -viajes, eventos, ocio, comercio minorista, gimnasios y las diversas actividades económicas presenciales- y creció en otras, como la logística y los servicios de tecnologías de la información.
- La comunicación, fundamental en estos momentos, se ha vuelto instantánea gracias a las tecnologías de la información, lo que facilita el intercambio de ideas y acelera la búsqueda de soluciones para afrontar la crisis.
- Debido al confinamiento, el ser humano ha tenido un parón en el proceso de Movilidad, pero la tecnología orientada a la Comunicación ha mejorado, aportando también el recurso visual, que ha ayudado a compensar la falta de movilidad, aspecto esencial para la humanidad.
- La energía ha sido un elemento crítico, y la sociedad ha cambiado su forma de utilizarla. Gran parte de la electricidad consumida para uso profesional, por ejemplo, ha migrado de las oficinas a los hogares. El uso de la energía mecánica necesaria para trasladar a las personas de un lugar a otro se ha reducido, al igual que la producción de energía térmica provocada por estos movimientos.
- La pandemia ha afectado a diversas actividades, como la enseñanza y el trabajo. El sistema educativo no estaba preparado para afrontar la situación, y la tecnología garantizó su continuidad de forma virtual. La educación tecnológica se ha acelerado para permitir las operaciones bancarias y las compras. Del mismo modo, el trabajo a distancia se ha impuesto y ha modificado las relaciones laborales, y la previsión postpandémica es que el trabajo presencial coexista con el virtual.
- El cambio en la dinámica familiar también ha sido sorprendente. El núcleo familiar ha tenido que adaptarse a una situación nueva y totalmente distinta, en la que los padres trabajan desde casa, los hijos tienen clases virtuales en casa y el servicio de limpieza lo realiza la propia familia. Esto ha provocado una sobrecarga de tareas y un aumento del estrés, pero también un redescubrimiento de la vida familiar y una mayor interacción entre padres e hijos.
- Otro cambio importante fue la apertura al diálogo y al acuerdo en los más diversos niveles de relaciones y sectores de actividad. El centro de atención pasó a ser el mantenimiento de las buenas relaciones. Las partes se dieron cuenta de que, en ese momento, era mucho mejor hablar y negociar para preservar la relación.
- Una vez más, la información ha desempeñado un papel fundamental en la transformación de la incertidumbre en riesgo, permitiendo evaluar las interacciones más diversas.
- Otra lección importante se refiere a las medidas sanitarias que se han incorporado a los hábitos personales, y que sin duda nos ayudarán a prevenir futuras crisis sanitarias.
- Por último, la pandemia ha contribuido a replantear la creencia de que los seres humanos son los amos de la naturaleza y ha reposicionado a la humanidad como participante armonioso en el medio ambiente, con el fin de lograr la sostenibilidad natural y económica. En consecuencia, la pandemia ha impulsado la adopción de ESG (Environmental, Social and Governance).
Para el conjunto de la sociedad, los meses de aislamiento han confirmado que la experiencia tecnológica es eficaz, pero no suficientemente interactiva en persona. Y que lo virtual no sustituye completamente a lo presencial. Este periodo también ha propiciado un aumento de la solidaridad, la colaboración y la solidaridad entre las personas, reduciendo la competencia en favor de la colaboración. Y también ha ayudado a las personas a valorar lo que han perdido, especialmente la libertad en su sentido más amplio.
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Por: Elias Sfeir Presidente de ANBC & Miembro del Consejo Climático de la Ciudad de São Paulo & Concejal Certificado

