Fuente: https://brasiliamaisnoticias.com.br | Por: Tércia Diniz
Las agencias de crédito contribuyen a una mayor visibilidad de las empresas en el sistema financiero. Con un uso intensivo de datos y tecnología, favorecen decisiones crediticias más eficientes e integradoras.
El crédito bancario para la industria brasileña alcanzó R$ 946 mil millones en 2024, equivalente a 37,4% del saldo total de operaciones con personas jurídicas en el país, según datos del Banco Central. El volumen es significativo y refuerza el papel de la financiación productiva como pilar de la estrategia de neoindustrialización propuesta por el gobierno federal y los organismos de la industria.
El Mapa Estratégico de la Industria 2023-2032, elaborado por la Confederación Nacional de Industria (CNI), propone aumentar la participación del crédito industrial en el PIB de los 8% actuales (2022) a 17% en 2032. El plan esboza directrices para reforzar la competitividad de la industria nacional con especial atención a la innovación tecnológica, la sostenibilidad medioambiental, la digitalización y la inclusión en las cadenas de valor mundiales.
Para Elias Sfeir, presidente de la Asociación Nacional de Agencias de Crédito (ANBC), el entorno crediticio desempeña un papel esencial en el progreso del sector. “El crédito puede apoyar el crecimiento productivo, impulsar los negocios y aumentar el impacto económico y social de las empresas en la sociedad”, afirma.
Las pequeñas y medianas industrias tienen un gran potencial de transformación e innovación, sobre todo cuando cuentan con un apoyo financiero estructurado. Sfeir subraya que se trata de producir mejor, con inteligencia, eficiencia energética, equilibrio climático y responsabilidad social. Y esto requiere algo más que voluntad política: requiere acceso al crédito adecuado, en el momento oportuno, con un programa bien definido para los sectores adecuados.
En este contexto, los burós de crédito contribuyen con mayor visibilidad a fortalecer el acceso al crédito y a ampliar las oportunidades de crecimiento de las industrias. Con el uso intensivo de datos y tecnología, favorecen la inclusión de personas jurídicas que antes eran invisibles para el crédito. “La ampliación del análisis crediticio, con herramientas modernas, permite potenciar el negocio tanto tomando como ofreciendo crédito”, afirma Sfeir.
El programa Nueva Industria Brasil (NIB), creado por el Gobierno federal, prevé inversiones por valor de R$ 300.000 millones hasta 2026, con especial atención a la transición ecológica, la bioeconomía, las infraestructuras digitales y las tecnologías avanzadas. El crédito productivo desempeña un papel central en la viabilidad de los objetivos del programa.