Las incertidumbres y retos que plantea la pandemia de nuevos coronavirus finanzas personales desorganizadas. A nivel mundial, los consumidores y las empresas se ven afectados por la necesidad de aislamiento social que aún persiste en mayor o menor grado, dependiendo de la evolución de las infecciones Covid-19. Aún sin previsión de vuelta a la normalidad, la mayoría de los brasileños ya admite haber tenido que revisar su presupuesto doméstico, mientras que más de la mitad de la población cree que tendrá dificultades para pagar todas sus facturas durante la crisis.
En este contexto, la capacidad de negociar y gestionar los recursos se convierte en una herramienta fundamental para superar el periodo de forma menos problemática. Con este fin, los reguladores del crédito han estado trabajando para mejorar los conocimientos financieros y los programas destinados a los consumidores, publicando planes de acción recomendados y poniendo recursos adicionales a disposición de los prestatarios.
También merece la pena evaluar los préstamos subvencionados que ofrece el gobierno para ahorrar dinero y/o cambiar una deuda cara por otra más barata.
Entre las propuestas que destacan está la de aconsejar a quienes se enfrentan a dificultades de pago debido a la crisis que se dirijan a los proveedores de crédito para negociar aplazamientos y reestructuraciones de los acuerdos. La renegociación, cabe destacar, es uno de los pilares para mantener el crédito en estos momentos, según las principales autoridades del sector. En consonancia con estas prácticas, las agencias de crédito brasileñas han ampliado a 45 días el proceso de denegación, que suele durar 10 días desde la comunicación al deudor. En vigor desde el 17 de abril, la iniciativa ofrece más tiempo para el entendimiento entre las partes.
El aplazamiento de las fechas de vencimiento de las obligaciones y la flexibilidad entre acreedores y deudores también se recomiendan durante la pandemia. En opinión de las autoridades crediticias, el establecimiento de nuevas condiciones para el pago de las deudas evita el impago y satisface las necesidades de ambas partes.
Los planes de acción también incluyen medidas como la divulgación de la forma en que las agencias de crédito informarán y procesarán los retrasos en los pagos, los aplazamientos y los acuerdos de reestructuración, con el fin de minimizar las posibles repercusiones en la calificación crediticia.
La revisión más frecuente de los informes de crédito, el apoyo a la aplicación de las recomendaciones políticas a través de programas de asistencia técnica y la capacitación de los proveedores de servicios de informes de crédito, así como la convocatoria de un foro mundial, nacional y regional para abordar los nuevos retos y promover la formulación y actualización de las políticas relacionadas, son también iniciativas citadas como relevantes en este momento.
En un escenario en el que todavía es imposible hacer predicciones sobre el final de la crisis, se puede decir, sin embargo, que revisar el presupuesto, cambiar las prioridades y, sobre todo, renegociar las deudas y reevaluar los préstamos y la financiación son medidas que pueden marcar la diferencia. De este modo, la educación financiera ayudará a empresas y familias a superar este periodo de forma menos problemática.
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Por: Elias Sfeir Presidente de ANBC & Miembro del Consejo Climático de la Ciudad de São Paulo & Concejal Certificado

