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Cuatro de cada diez brasileños endeudados pertenecen a la generación más joven
Las generaciones más jóvenes están endeudadas, con 25 millones de personas en números rojos, en un escenario de altísima morosidad que afecta a más de 60 millones de brasileños. De cada diez brasileños endeudados, cuatro pertenecen a las generaciones Z e Y (también conocidas como millennials), que entraron en el mercado de consumo con un alto nivel de endeudamiento. Estas son algunas de las conclusiones del estudio sin precedentes realizado por ANBC sobre el impacto de la morosidad en cada una de las generaciones. Para llegar a las conclusiones presentadas en la investigación, se utilizaron datos publicados por el sector y el IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística).
También según el estudio, 32% de la generación Z, el grupo de edad entre cero y 21 años con una población total de 13,8 millones, están en mora. En cifras absolutas, son 4,4 millones los endeudados. La situación es aún más preocupante para la siguiente generación, la generación Y, de entre 22 y 37 años, con una población total de 51,5 millones. El porcentaje de endeudados es de 40%, equivalente a 20,6 millones de brasileños, con una deuda de 3.737,00 R$, más del doble del ticket medio de la generación Z, que es de 1.676,00 R$.
Estas cifras reflejan un entorno que carece de educación financiera y de mentalidad de ahorro. Estos dos aspectos se aplican no sólo a los jóvenes, sino a todas las generaciones. Lo que hace que el problema sea más grave para los de las generaciones Z e Y es que hay una clara escasez de empleo y dificultades para acceder a la educación.
En el segundo trimestre del año pasado, según el IBGE, el desempleo entre los trabajadores de 18 a 24 años fue de 26,6%, más del doble de la tasa general, que fue de 12,4%. En 2017, según el IBGE, Brasil tenía 48,5 millones de personas entre 15 y 29 años, pero 11,1 millones no trabajaban y no estaban matriculados en una escuela, universidad, curso técnico de secundaria o cualificación profesional. Este grupo, que representaba 23% de los jóvenes, pasó a ser conocido como “nem-nem”, ya que ni trabajan ni estudian, y lamentablemente sigue creciendo rápidamente.
Este problema de falta de empleo para los jóvenes no es exclusivo de Brasil. Según un informe del FMI (Fondo Monetario Internacional) publicado en enero, alrededor de 20% de la población de los países en desarrollo de entre 15 y 24 años ni trabaja ni estudia. Este porcentaje duplica el de los países desarrollados. En opinión del FMI, la ausencia de jóvenes en el mercado laboral y en la escuela tiene consecuencias desastrosas para el país, como la reducción del crecimiento potencial de la economía y el aumento de los conflictos sociales.
Al analizar el endeudamiento de los jóvenes, no podemos ignorar los efectos del consumismo. La cultura predominante en la sociedad es la de la compra excesiva. Cosas como zapatillas de deporte, teléfonos móviles y ordenadores portátiles se cambian constantemente por el último modelo. Como sabemos, no hay presupuesto que aguante tanto gasto, más aún en un entorno económico adverso caracterizado, como hemos visto, por un elevado desempleo. Este comportamiento de compra compulsiva e irracional es más fuerte entre los jóvenes. Para muchos de ellos, actuar así les permite incluirse en un grupo social o en una realidad determinada.
Por último, cabe señalar que el escenario en términos de endeudamiento tiende a empeorar. Por lo general, los miembros de estas generaciones más jóvenes aún no han formado una familia y, por lo tanto, no han experimentado la presión que supone tener que hacer frente a diario a una serie de gastos adicionales, como el mantenimiento de la casa, la educación de los hijos y el seguro médico. Estos son precisamente los gastos que suponen una carga tan pesada para el generación X.
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Por: Elias Sfeir Presidente de ANBC & Miembro del Consejo Climático de la Ciudad de São Paulo & Concejal Certificado
