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Inclusión financiera de calidad: una advertencia al G20

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El número de personas con acceso a servicios financieros no deja de crecer. Esto ocurre en Brasil y en todo el mundo. Los avances en la tecnología de la información y el distanciamiento social de la pandemia han contribuido a este progreso. En el caso brasileño, el PIX se ha convertido en un caso de estudio al establecerse como medio de pago y puente entre los trabajadores informales y las instituciones financieras. Ahora es el momento de debatir la calidad de la inclusión. Al fin y al cabo, la inclusión financiera va más allá de una aplicación, un nombre de usuario y una contraseña.

A lo largo de 2024, Brasil ocupó la presidencia rotatoria del G20, el foro de debate sobre el desarrollo económico mundial que reúne a 19 países y a los bloques regionales de la Unión Europea y la Unión Africana. La inclusión financiera estuvo presente en los debates del foro, con un grupo técnico designado específicamente para tratar el tema, dada su relevancia global. Este grupo técnico forma parte de la llamada Vía Financiera, liderada por los ministros de economía y los presidentes de los bancos centrales de los países miembros. A continuación destacamos algunas reflexiones sobre la inclusión financiera a partir de los debates celebrados por el G20, bajo la presidencia brasileña, a lo largo de 2024:

1. La "última milla" de la inclusión: ¿cómo seguir incluyendo?

Aunque la inclusión financiera ha avanzado en la última década, aún queda por recorrer la "última milla". Un documento de la Asociación Global para la Inclusión Financiera (GPFI)El informe, elaborado bajo la dirección de la presidencia brasileña del G20, traza el perfil de los consumidores que siguen excluidos financieramente y enumera algunas políticas para incluir a este público, estimado en 1.500 millones de adultos, según los últimos datos de Global Findex de 2021.

El documento destaca algunos facilitadores para la inclusión financiera de los remanentes. El primer facilitador sería ampliar el alcance de las tecnologías de la información, incluido el acceso a Internet y a los teléfonos móviles, especialmente en las zonas remotas y rurales. Esto requeriría una acción coordinada entre el sector financiero y el sector de las comunicaciones. El documento también menciona el desarrollo de infraestructuras digitales de uso público para permitir pagos y protocolos de intercambio de datos.

La experiencia brasileña demuestra que el país ha iniciado el camino de la última milla. La creación del PIX y la modernización y, más recientemente, las Finanzas Abiertas, son ejemplos de infraestructuras públicas que facilitan la inclusión financiera. La modernización del Cadastro Positivo ha permitido, a su vez, la cooperación entre la industria financiera y otros sectores, incluidas las telecomunicaciones, haciendo visibles a millones de consumidores para el crédito. Sin embargo, surge otro reto: transformar la visibilidad en uso consciente del crédito y, por tanto, en bienestar.

2. Cambio de enfoque: más allá de la inclusión, la calidad.

La calidad de la inclusión fue la prioridad de la Presidencia brasileña del G20. Como señaló el jefe del Departamento de Promoción de la Ciudadanía Financiera del Banco CentralSegún Luis Mansur, hasta entonces los debates se centraban en ampliar el acceso y el uso de los servicios financieros, dada la magnitud de la brecha de inclusión. Con los avances observados en los últimos años, sería hora de cambiar el enfoque hacia la calidad de la inclusión y el bienestar financiero. Y es que el uso de los servicios financieros por parte de la población recién incluida podría ir acompañado de otra tragedia: el sobreendeudamiento.

Si el crédito es un medio para aumentar el bienestar e impulsar el desarrollo económico, el sobreendeudamiento resultante del mal uso del crédito reduce el bienestar y, en última instancia, puede provocar crisis económicas. De ahí la importancia de un enfoque que busque aumentar el acceso a los servicios financieros y, al mismo tiempo, formar a los nuevos usuarios para que se familiaricen con estos servicios y hagan un uso consciente del crédito sin poner en peligro su futuro.

3. Bienestar financiero: ¿cómo definirlo y cómo medirlo?

Dado que el bienestar es el principal objetivo de la inclusión, el mundo necesita una definición más precisa de lo que es el bienestar y, sobre todo, métricas que permitan el intercambio de experiencias y el diálogo entre países. En el último año, esta ha sido otra de las cuestiones en las que ha estado trabajando el grupo de trabajo sobre inclusión financiera del G20. El resultado fue una definición preliminar de bienestar financiero basada en las definiciones propuestas por diversas organizaciones y países. Una de las experiencias que sirvió de referencia fue el Índice Brasileño de Salud Financiera, producto de una asociación entre el Banco Central de Brasil y FEBRABAN, que contó con el apoyo del sector de las centrales de riesgo.

La definición preliminar propuesta por el documento describe el bienestar financiero como un "estado en el que los individuos son capaces de gestionar sin problemas sus necesidades y obligaciones financieras, hacer frente a los choques negativos, perseguir aspiraciones, objetivos y captar oportunidades, y sentirse satisfechos y seguros de su vida financiera, teniendo en cuenta las circunstancias específicas de cada país".

A partir de la definición de bienestar, el siguiente paso sería construir un indicador para medir el bienestar financiero. Para ser coherente con la definición propuesta en el documento, el indicador de bienestar debería considerar aspectos objetivos y subjetivos. Los aspectos objetivos incluyen los ingresos y el acceso al crédito, y pueden medirse mediante encuestas de campo o bases de datos existentes. Los aspectos subjetivos se refieren a la forma en que los individuos evalúan su situación financiera, y se obtienen necesariamente mediante investigación de campo.

En definitiva, la agenda global tiende a centrar más esfuerzos en la calidad de la inclusión, sin olvidar que aún queda un contingente por incluir en el sistema financiero. Estos esfuerzos incluyen medidas regulatorias, que exigen, por ejemplo, transparencia a las instituciones financieras sobre el coste y las características de sus productos, y la expansión de la educación financiera y digital. Ahora, bajo la presidencia de Sudáfrica, será importante que el Grupo de los Veinte continúe desarrollando métricas de bienestar financiero, favoreciendo el intercambio de experiencias entre países y el desarrollo global.

 

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elias sfeir

 

Por: Elias Sfeir Presidente de ANBC & Miembro del Consejo Climático de la Ciudad de São Paulo & Concejal Certificado

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